Ingeniero y Periodista
Es la forma como nos habla la
naturaleza: "me has hecho tanto daño que tuve que crear un virus para
defenderme" es la manera figurada como tendría que expresarse la
naturaleza si fuese una persona ante tamaño magnicidio ambiental, el hombre ha
estado durante años solo ocupado en ganar dinero y desarrollar el gran capital,
este modelo poderoso egoísta, codicioso y destructivo tocó fondo y hoy todos
están asustados viendo como un virus mata sin compasión a pobres y ricos por igual
sin poder hacer nada, la gente muere por miles en todas partes y la destrucción
no se detiene, en algunas partes del mundo los cadáveres son abandonados en las
calles, nadie quiere nada con ellos ni los familiares más cercanos,
Es el castigo de la misma
naturaleza por los abusos que el hombre durante décadas ha descargado con todo
su poder maldito sobre este paraíso que no dejo Dios. es una manera directa de
reflexionar sobre un tema al cual los gobiernos no quieren ponerle atención y
menos aceptar.
La gran debacle económica es una
realidad sólo hay que esperar unos cuantos días más, y grandes poderes
económicos y políticos se derrumbaran, el petróleo perdió su valor de un día para otro, y las bolsas del mundo se cayeron en un santiamen, la actividad productiva se
detuvo afectando los mercados estructuralmente; casi paradójicamente hoy solo
se vende lo que las grandes economías han dado menor valor, la producción
agrícola y el campo. Nos hemos dado cuenta que, si es posible vivir sin
hidrocarburos, sin metales preciosos, sin aviones, sin fiestas y pompa incluso
sin autos, o por lo menos lo podemos usar menos.
Es tan poderosa la propuesta que
nos hace la naturaleza que en días se recuperó la capa de ozono, los animales
que ya no veíamos aparecieron nuevamente, las temperaturas han bajado y las brisas
de hace 50 años han vuelto a soplar llenas de oxígeno, de libertad y de vida, el
mar 'volvió a respirar' y los animales salieron, ante la ausencia de personas en
parques, playas, ríos, y otros
escenarios, se avistan tigrillo, aves, los cangrejos ermitaños, lagartijas,
iguanas y otras especies que creíamos desaparecidas de estos entornos y que
aparecen al ver que no hay peligro, se logran avistar en playas, ríos incluso
calles de ciudades que hoy yacen abandonadas por el terror masivo al virus más
letal del que tenga noticia la humanidad.
Es la oportunidad para
reflexionar y repensar el modelo de subsistencia que hemos escogido, los modelos
económicos avaros, egoístas y explotadores, que someten a los menos afortunados,
ejércitos de hombre explotados y subvalorados, despreciados y excluidos en el
mundo entero.
Es una oportunidad que nos está dando Dios para
reinventarnos y vivir mejor y con mayor justicia y equidad, con mayor respeto
por la naturaleza, el medio ambiente y las personas. Modificamos el Medio
Ambiente con nuestras actividades: al talar árboles, al quemar combustible, al
cultivar la tierra..., puesto que somos miles de millones de personas y
disponemos de mucha tecnología, estas modificaciones pueden ser muy importantes
y en general afectar a todos los ecosistemas, como en realidad ha sucedido, es
el momento para dar marcha atrás, la crisis demostró que, si se puede recuperar el
planeta
Otra
enseñanza que nos deja el Coronavirus es que de nada vale el dinero cuánto
estamos frente a un desafío de vida o muerte, lo que produce la siguiente reflexión:
“la prosperidad no puede ser concebida a costa de la desgracia, el sacrificio y
hasta la vida de los otros seres humanos y del medio ambiente en el que
vivimos.
El Coronavirus es un campanazo de
alerta que le está dando Dios a la humanidad, para que sepan y estén seguro que
el dueño de todo es él; él es el todo poderoso y el único verdaderamente
soberano, que ante él se inclinara toda rodilla y toda potencia, porque él
tiene el poder de cambiarlo todo en un instante.
Como veníamos no podemos seguir, si aspiramos a vivir unos años mas, en un palneta sostenible sustentable y agradable para la vida
Esta crisis pasará porque todo
pasa en esta vida, lo que esperamos es que los que logren sobrevivir, reflexionen
y acepten que no hemos equivocado y pidamos perdón primero a Dios, a la
Naturaleza y a nuestro prójimo inocente ...sino
es así la próxima oportunidad no tendrá final.