La playa central de Riohacha, es quizás, una de las de mayor amplitud de la Costa Caribe colombiana (entre el rio Ranchería y el hotel Arimaca), posee cerca de 180 metros de envergadura, aproximadamente, esperando abarcar más, por efectos del llenado de “celdas” derivado de los trabajos realizados en el lustro anterior, el cual representa un potencial turístico de gran oportunidad para utilizar, recordemos que tal coyuntura se originó como consecuencia de las obras realizadas tipo espolones para recuperar playa, que aún, continúan llenándose esos espacios entre ellos cual efecto dominó, sin embargo, en la terminación de los espolones se observa un sobre nivel de rocas de aproximadamente tres metros de alto (por encima de la superficie marina) con longitud cercanas a los 80 metros, en consideración, dan un aspecto antiestético y de contaminación visual para el espectador que desee apreciar nuestro mar bravío en todo su esplendor.
De otro lado, el caudal del rio Ranchería que vierte sus aguas turbulentas e impurificadas en esa zona costera, inunda el lecho marino de sedimentos y sustancias contaminantes derivado en parte, de la anticultura de muchos nativos que lanzan “toda clase de sedimentos”, así como el vertimiento de los emisarios de las rebosantes alcantarillas cuyas aguas encañadas van a sustentar con sus sosas putrefactas la continua insalubridad de ese potencial turísticoemisario final de aguas lluvias y
de alcantarillado para no seguir contaminando las aguas del rio, ni las del mar,
así, como el de crear una campaña de cultura ciudadana que favorezcan la
arborización y el cuidado de verter contaminantes en la vertiente del rio.
Por otro lado, es pertinente
considerar seguir ampliando nuestra zona de playa, si bien es cierto que las
rocas sobresalientes de los espolones
afean el espectro visual, éstos, pueden
contribuir en ampliar la zona costera utilizando esas rocas para continuar con
la extensión de los espolones que ya se haiga llenado (se gana más espacio de playa
y se quita de una vez por todas el obstáculo visual y físico de esa parte
costera.
Recordemos que con la nueva Ley de regalías que ya entró en vigencia, se pueden adelantar proyectos sociales a través de las OCADS que se encuentren contemplados dentro de los planes de desarrollo, pues bien, si deseamos impulsar un desarrollo del turismo en Riohacha, comencemos por elaborar un proyecto ambicioso que involucre construir un parque turístico-.deportivo en nuestra basta expansión de playa (dese la desembocadura del ranchería, hasta el Muelle de cabotaje de los buques de Texas).
También pensemos en un corto desvío o extensión de un brazo en la terminación del Ranchería hacia la parte alta del Valle de los Cangrejos, donde se pueda canalizar éste en forma de represa en su terminación formando un balneario natural con caída en forma de cascada hacia el Mar Caribe entre la terminación del valle de los cangrejos y el pequeño arrecife que colinda con el mar, teniendo en cuenta implementar un sistema de filtro que evite la continua difusión de sedimentos hacia el mar, y la construcción de un boscolver con compuertas que se abran para verter de agua el antiguo cauce, a fin de conservar el ecosistema, sin revertir daños ambientales; para finalmente obtener un sitio turístico para mostrar. Sin embargo, este debe ir acompañado de un sistema de tratamiento ambiental del instamos, en no cometer el mismo error dado en la bahía de Santa Marta (una sola calzada con un espacio muy pequeño de parqueo).
Finalmente, considerar la zona
comprendida entre el rio Ranchería y el muelle, como un parque deportivo y turístico;
implementando canchas de futbol, micro futbol, mini futbol, tenis con explanada
de ladrillo, voleibol, Softbol, así
mismo, el de una piscina olímpica y piscinas
turísticas tipo resort bajo techo. Todos, con alumbrado artificial, a fin de
incentivar el deporte empresarial, colegial y de inter barrios; recordando que
el deporte faculta mentes más sanas, y aleja a los jóvenes del vicio, y en la
parte del muelle hasta el espolón colindante con el Arimaca, establecer dos o
tres casetas, bien organizadas para brindar excelente atención al cliente, en
cuanto a las diferentes necesidades del turista, zonas de exhibición de artesanías,
satisfacción alimentaria, bebidas, vestuario, cosméticos corporales, sitio de
esparcimiento y de descanso con zonas más arborizadas, alquiler de instrumentos
y equipos náuticos, quioscos con colgaderos de chinchorros y atención
gastronómica, etc. A fin de organizar la zona de atención del cliente de
acuerdo a mejores condiciones de servicios turístico (ver plano del parque
deportivo Puerta de Hierro en Madrid)